Los bancos siguen registrando récord de beneficios gracias a la negativa y gran alza de tipos del BCE, a que los bancos no han permitido que los hogares hipotecados a tipo variable se pudieran pasar a fijo cuando empezaron a subir los tipos y a que continúan sin remunerar los ahorros depositados por los hogares. La fiscalidad debe servir para recuperar una parte de estos beneficios desmesurados, que también son fruto de la falta de competencia en un sector excesivamente concentrado.
Los bancos aumentaron sus ganancias un 20,2% en el primer semestre del año y ganaron 12.386 millones de euros. En el tercer trimestre del año han continuado sus resultados extraordinarios. Bankinter ha sido el primero en anunciar un beneficio de 1.004 millones antes de impuestos y en los próximos días se anunciará una cascada de beneficios multimillonarios del resto de bancos. Se estima que los cinco grandes bancos podrían añadir 6.700 millones adicionales de ganancias en el tercer trimestre del año, lo que arrojaría un beneficio acumulado de 19.086 millones en los tres primeros trimestres. En el extremo opuesto, los hogares sufren la mayor crisis de poder de compra y el alza de tipos de interés más rápida y voluminosa en décadas.

Cinco bancos se reparten en España la mayoría del mercado de depósitos y crédito bancario. Este oligopolio se traduce en falta de competencia, en beneficios extraordinarios para los bancos, y en perores y más caros servicios para los clientes:
- Los bancos están subiendo el coste de las hipotecas y resto de financiación de los hogares, pero no la remuneración de sus depósitos de ahorro. Esto no ocurre en Europa donde la remuneración de los ahorros sí está creciendo con el alza de tipos y es una prueba clara de la falta de competencia en el sector debido a su elevada concentración.
- Los bancos han retirado durante el inicio de la subida de tipos la posibilidad de transformar las hipotecas de tipo variable a tipo fijo para detener el aumento del dolor de los ulteriores aumentos. No hay portabilidad de hipotecas entre entidades. Los bancos tienen atrapado a los hogares hipotecados en un “corralito”, como ocurrió en el pasado con la telefonía móvil hasta que las autoridades introdujeron la portabilidad obligatoria entre compañías.
- Está creciendo la exclusión financiera entre los hogares más vulnerables, como resultado de las altas comisiones bancarias por mantenimiento de libretas. Esto no los sabe el gran público, pero los bancos existen y ganan dinero gracias a la concesión pública de poder crear dinero de la nada. En efecto, no necesitan tener depósitos para conceder créditos, simplemente teclean el crédito que conceden en el ordenador donde llevan la contabilidad. (e.g. 300.000€). A pesar de esta lucrativa concesión ni siquiera se les obliga a poner a disposición de todos los ciudadanos una plataforma de pagos gratuita para poder cargar en la cuenta de ahorro el recibo del gas, luz, etc. Esto debería ser una obligación mínima de servicio público dada la importante y beneficiosa concesión pública que gestionan.
- También ha generado una importante exclusión financiera territorial y de las personas mayores que se permitiera el cierre masivo de oficinas y su digitalización sin personal suficiente para atender al público. Este recorte en la calidad del servicio bancario ha permitido a los bancos aumentaran aún más sus beneficios. Y ha supuesto una importante destrucción de empleo estable y de calidad en la actividad bancaria.
- A los bancos se les permitió, asimismo, elevar y crear nuevas comisiones durante la etapa de tipos negativos. Sin embargo, con tipos de interés elevados, las comisiones siguen manteniéndose altas, sin que la falta de competencia las presione a la baja. El Gobierno debe recortar y establecer techos razonables para las comisiones bancarias abusivas.
La solución a estos problemas pasa:
- Por elevar y hacer permanente el nuevo impuesto a la banca que persigue recortar sus beneficios extraordinarios.
- Y por crear un banco público de desarrollo a partir del ICO, CDTI, ENISA y la antigua red de sucursales de Caja Postal. Con el fin de romper el oligopolio bancario, impulsar el desarrollo empresarial del país y facilitar el acceso a la vivienda. Este banco de desarrollo sería el encargado de gestionar los créditos europeos procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.